SÍNDROME DEL CANAL CUBITAL
INTRODUCCIÓN
El síndrome del canal cubital es una patología frecuente causada por la compresión o irritación del nervio cubital a su paso por el codo. El nervio cubital es el encargado de proporcionar la sensibilidad al dedo meñique y a la mitad cubital del dedo anular. Otra de sus funciones es la inervación motora de los músculos intrínsecos de la mano, lo que otorga a este nervio una importancia capital en la movilidad de la mano y de los dedos.
SÍNTOMAS
Los síntomas más comunes del síndrome del canal cubital son el adormecimiento, el hormigueo y las molestias en los dedos anular y meñique. Esta sintomatología generalmente aparece con posturas de flexión mantenida del codo, como sentarse con el codo apoyado sobre un reposabrazos, trabajos que requieran mantener el codo flexionado durante muchas horas, hablar por teléfono, o durante el reposo nocturno. En casos severos puede haber una pérdida completa de la sensibilidad en los dedos anular y meñique y una dificultad para separar y aproximar todos los dedos así como una atrofia muscular en los músculos de la mano. En estadios finales puede dar lugar a una “mano en garra”.
TRATAMIENTO
En los casos leves los síntomas se pueden controlar con tratamientos conservadores como evitar las posturas mantenidas de flexión de codo.
Cuando los síntomas no mejoran o la compresión del nervio esté ocasionando atrofia de los músculos, está indicada la liberación quirúrgica del nervio.
Tratamiento quirúrgico del síndrome del canal cubital:
– Liberación del nervio cubital: En esta operación, el «techo» del túnel cubital se corta liberando el nervio de su compresión en el codo. Esto aumenta el tamaño del túnel y disminuye la presión sobre el nervio.
– Transposición anterior del nervio cubital: Este procedimiento consiste en desplazar el nervio de su lugar habitual (detrás de la epitroclea) para alojarlo en una posición más “cómoda”, lejos de cualquier compresión. Trasladar el nervio fuera de la epitroclea impide que quede atrapado en el “túnel” óseo formado por la epitroclea y el olecranón evitando su estiramiento cuando se realiza la acción de doblar el codo.