
CAUSAS
La causa más frecuente es una caída sobre la muñeca en extensión. Sin embargo este tipo de fracturas ocurren también el contexto de deportes de contacto, accidentes de tráfico o tras un balonazo.
SÍNTOMAS:
El síntoma fundamental es el dolor y la inflamación en la región de la muñeca conocida como tabaquera anatómica (espacio formado entre la base del pulgar y el radio).
DIAGNÓSTICO:
Ante la sospecha clínica de una fractura de escafoides la prueba de imagen inicial es la Radiografía simple de muñeca. Sin embargo, en fracturas no desplazadas puede pasar desapercibido el trazo de fractura siendo de elección la realización de un TAC de muñeca o una RMN.
TRATAMIENTO:
En las fracturas no desplazadas se puede optar por el tratamiento ortopédico mediante la inmovilización de la muñeca con un yeso durante 3 meses. La duración prolongada de este tratamiento es debida a la lenta consolidación del escafoides. Por ello, en pacientes que deseen una pronta recuperación, las fracturas no desplazadas pueden ser tratadas mediante una intervención quirúrgica sencilla que consiste en la colocación percutánea (a través de una incisión milimétrica) de un tornillo a compresión dentro del hueso fracturado. Este procedimiento tiene la ventaja de acortar enormemente la recuperación y evita la necesidad de llevar una inmovilización, permitiendo la movilidad desde el día siguiente a la intervención quirúrgica.

En el caso de fracturas desplazadas, el tratamiento consiste en un procedimiento quirúrgico para reducir la fractura y sintetizarla con un tornillo a compresión. Esta intervención se realiza por abordaje percutáneo o cuando esto no es posible mediante una técnica abierta. Después de la intervención quirúrgica es importante iniciar la movilidad inmediata de la muñeca.