ANATOMÍA DEL HOMBRO
La estructura ósea del hombro está formado por varios huesos: (1)El húmero, (4)la escápula cuya zona articular (glenoides) es la que articula con la cabeza del húmero, (2)el acromion o espina de la escápula que se une a (3)la clavícula a través de la articulación acromioclavicular. Toda esta articulación va integrada en el tórax a través de la articulación escapulotorácica. Ver ilustraciones 1 y 2.
La mayoría de los problemas específicos del hombro se desarrollan en la articulación glenohumeral y/o en la articulación acromioclavicular (AC). Además existen otros problemas en la articulación escapulotorácica y en la articulación esternoclavicular, pero estos últimos son más infrecuentes. Al estar todas estas estructuras cerca de la columna cervical del cuello, existe también dolor irradiado de origen cervical.

A. Articulación glenohumeral:
Esta articulación es para la mayoría de los pacientes lo que forma el hombro. Y para tratar de conseguir la máxima movilidad entre la glenoides y la cabeza humeral existe una unión que se compone de varias capas. Esto posibilita un mayor arco de movilidad y por otro lado la necesaria estabilidad. La capa más profunda forma un anillo cartilaginoso denominado labrum glenoideo, para aumentar el diámetro de la cavidad articular. De este anillo emergen los ligamentos glenohumerales anteriores, así como la porción larga del bíceps (PLB).

La PLB sale del labrum glenoideo superior y discurre por la corredera bicipital que está delimitada por la tuberosidad mayor y la menor, hacia el brazo. La capa que se encuentra sobre éstos es el manguito rotador (ilustración 3). Este se compone de varios tendones (cuyos músculos se originan en la escápula) que se insertan en la cabeza del húmero y que son: el subescapular en la parte anterior, el supraespinoso en la parte superior e infraespinoso y redondo menor en la parte posterior. Permiten el centraje de la cabeza humeral durante su movimiento y evitan el desplazamiento patológico del húmero en sentido ascendente. De la misma manera colaboran en el control de la traslación anteroposterior. Estos tendones envuelven la cabeza humeral.


La capa más exterior la forman los músculos grandes y superficiales que ejercen la fuerza necesaria sobre el húmero para separarlo del cuerpo. El trabajo principal lo realizan los músculo Deltoides, el pectoral mayor y el dorsal ancho que va hacia la espalda.