Las ‘manos mágicas’ de Alcobendas rugby o cómo ganó el primer título de su historia

El equipo madrileño se alzó con la Copa del Rey de rugby tras un intenso partido contra el Barcelona. Brad Linklater, figura clave al conseguir el último ensayo y obrar la remontada.

El rugby son detalles. Cosas pequeñas que suman lo suficiente para ganar un balón, a veces un partido y en ocasiones una final. Esta Copa de Sanitas Alcobendas se cuenta por detalles. Pequeños momentos que explican una victoria que pudo no serlo, pero terminó significando el primer título para un club que llevaba tiempo persiguiendo el sueño. 23-24 para superar al Barça.

Uno de esos momentos se produjo el pasado martes. A la finalización del entrenamiento José Ignacio Inchausti se encontraba ante el peor escenario posible. Brad Linklater se había resentido de sus problemas de su rodilla, el apertura sudafricano Altonio Jantjiets era incapaz de lanzar su poderoso pase debido a unas molestias en el hombro y el codo de Lucas Guillaume estaba inflado como un balón. Tres bastiones del equipo granate eran seria duda. La pericia del doctor Mikel Aramberri, que drenó literalmente el codo del internacional español, y las manos mágicas de Samuel y Cristóbal, los fisios del equipo, volvían a meter en la convocatoria a los tres jugadores. Un milagro.

El segundo momento llegó en la mañana del partido. El equipo se reunió en un lugar talismán para el grupo, y también para la selección española, para conjurarse de cara al encuentro que jugarían horas después. Había tensión en el ambiente porque se reconocían favoritos y eso pesaba en un equipo que pese a tener gente experimentada, no había jugado muchas finales. De allí salieron con una sola idea en la cabeza: no había favoritos, no valían los pronósticos. «El partido se va a ganar por un detalle, por un punto, en la última jugada», como advirtió Tiki Inchausti en rueda de prensa.

Los jugadores de Alcobendas y Barcelona disputan un balón. (EFE)

Los jugadores de Alcobendas y Barcelona disputan un balón. (EFE)

Otro momento importante se produjo en el tramo final del encuentro. El Barcelona lideraba el partido seis puntos arriba. Minutos antes Joan Losada, el internacional español de 7 aterrizado horas antes para ayudar al Barça, había interceptado una pelota que había terminado con una tensa deliciosa afuera de Ávalos que el zaguero azulgrana Ubaldo había posado. Alcobendas se tambaleaba y los catalanes habían logrado plantarse en campo madrileño. La delantera cargó por enésima vez y ganó metros, asomándose a la 22 de Alcobendas. Entonces una pelota rápida llegó a Bautista Güemes, el infalible apertura argentino del Barça. Hasta ese momento había pasado todas sus patadas. Esquinadas, lejanas, diagonales… El drop no era complicado, pero con la tensión de la jugada no acarició bien la almendra y esta se marchó por un palmo. Habría colocado al Barça nueve arriba con diez minutos por jugar.

Llegaban los segundos definitivos y Alcobendas empujaba. Los granate centraban su ataque y lograban sacar un golpe que convertían en una melé a cinco metros el ingoal catalán. «No hay mañana. Está todo en esta melé chicos«, advirtió Brado Linklater, capitán de Alcobendas. La melé barrió llegaron los golpes, uno detrás de otro. «En cada golpe los ocho me decían, ‘pide melé Brad, pide melé’. Los golpes se sucedían y la grada se impacientaba. Se pedía el ensayo de castigo, pero para que eso se produzca debe existir el riesgo de ensayo y no había tal posibilidad porque la melé azulgrana se hundía. Así una vez tras otra. Hasta que Félix Villegas sacó amarilla a un pilier. El reloj había rebasado el minuto 80 de partido y los ‘alcobendos’ se desesperaban pidiendo un ensayo de castigo. Y no llegaba.

La aparición de Linklater

Después de varias cargas la pelota llegó a Linklater, el capitán y un símbolo en Alcobendas. El kiwi arrancó e hizo lo que lleva haciendo desde que llegó a España. Lanzó el cuerpo a un lado y pisó hacia el otro, rompiendo la cintura de su defensor para ganar el intervalo y lanzarse sobre la zona de ensayo. Lo habían logrado. Habían roto la resistencia azulgrana. Brad se había olvidado de su maltrecha rodilla y había regalado el ensayo del triunfo a Alcobendas. Luego Jantjiets completó el trabajo pasando la patada del triunfo.

Pero no fue el último momento que glosa esta victoria. La fotogalería de este triunfo la concluye un momento que se produjo en la sala de prensa en la comparecencia de los campeones. Primero compareció Sergi Guerrero, técnico azulgrana y un señor. Dolido por la derrota, pero generoso en sus palabras con sus jugadores y con el rival. Un jugador tremendo que lo dejó temprano y ahora se ha convertido en un técnico que muchos están descubriendo. Después entró su amigo Tiki Inchausti, quien después de responder todas las preguntas, con rostro serio, añadió. «Quiero disculparme con Félix (el árbitro) porque he dicho cosas que no debía decir. He protestado y no debía. Se nos llena la boca diciendo que somos gente de rugby y tenemos valores y no he estado a la altura. Cuando haces las cosas mal debes asumirlo y pedir disculpas. No he dicho nada grueso, pero estamos en una posición en la que somos referente para mucha gente y no debía haberme comportado así. Me he disculpado con él y quiero disculparme aquí». Cuando acabó, Tiki agradeció a la prensa su presencia, se abrazó a Linklater y unió su cabeza a la del kiwi realizando un saludo típico neozelandés. Así terminó una jornada histórica para Sanitas Alcobendas Rugby. La tarde que ganó su primer título. Una victoria llena de momentos.